La Osmoterapia es la ciencia que utiliza los aromas como medio de curación, a través del olfato. Ya se usaba en la antigüedad por los egipcios en cosméticos, medicinas y en ceremonias religiosas, lo cual se encuentra registrado en esculturas y vasijas. Por ejemplo el geranio se usaba para reavivar los ánimos de los hombres antes de entrar en batalla.
Ante los aromas, el olfato comienza a experimentar una sensación de bienestar, lo cual se explica porque el aroma llega directamente al cerebro y éste procesa dicha información.
El resultado de esto es bienestar y relajación. Esta terapia tiene en común con la homeopatía el uso de pequeñas dosis. La misma naturaleza parece como si dosificara adecuadamente las esencias, los aromas y los perfumes de las plantas.
Los efectos más directos de la osmoterapia son la dilatación de los vasos sanguíneos, la sedación o estimulación del organismo y ciertas acciones terapéuticas en las glándulas suprarrenales, los ovarios, la tiroides y el sistema digestivo.
El uso de aceites esenciales de alta calidad y el estudio del paciente, son la base para que el terapeuta pueda administrar los aromas apropiados.
El aire que respiramos es primordial para la vida, pero un aire limpio, libre de toxinas y suciedades. Respirar aire viciado, olores desagradables resultantes de la falta de limpieza, sudoración, etc., hace que nuestras defensas bajen y como consecuencia, estemos más expuestos a contraer enfermedades y contagios.
Rodearnos en casa de un ambiente purificado, ventilado y perfumado es, además de agradable, la combinación perfecta para disfrutar de momentos de paz, tranquilidad y armonía.
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